Hoy intentaré crear una nueva religión...
Parte 1. En el inicio todo era Oscuridad y Caos, el día y la noche estaban mezclados y sin forma, la luz, el aire y la tierra formaban un solo cuerpo, el agua y el fuego parecían una sola cosa. De este Caos aparecían a lo largo del mundo los seres que lo poblarían, las rocas, los árboles, las montañas inmensas y la nieve. El mundo era joven, recién nacido aun. El viento era frío y el sol era lejano. Poco a poco los elementos creadores se iban calmando y el Caos dejaba tras de si sus huellas de perfección. Al principio de la calma todo era frío, tranquilo, apacible y quieto como un iceberg. Nada se movía a excepción del viento. cuando lo calmado decidió que estaba completo, decidió transformarse, y aparecían las flores, jardines inmensos en llanuras eternas, aparecían selvas y bosques, flores con frutos y flores con espinas. Pero todo cambió cuando las frutas decidieron dejar de serlo. El sol estaba más cerca y derretía el agua de las montañas, de los ríos y lo mares que se evaporaba para formar el cielo protector y las nubes que comenzaron a bendecir el mundo con sus llantos de felicidad. La lluvia se volvía lagos, pozos y charcos en donde no había ríos, las frutas que habían caído al suelo se comenzaban a convertir en árboles nuevos, emergían de la tierra que las cubría. Entonces, cuando ya los primeros árboles eran viejos y necesitaban renacer desapareció la lluvia y un viento fresco aparecía desde el horizonte del mundo, las hojas cambiaban de color, ya no eran verdes sino amarillas y rojas, y caían apenas el viento las rozara. Los árboles recién crecidos se volvían fuertes con el tiempo fresco, pero fue cuando regresó el viento helado y el sol volvía a estar lejos que se volvían aún más fuertes que sus padres. Y fue así cómo el mundo comenzó a crecer y a convertirse en lo que es ahora.
Entonces, cuando el mundo había sido poblado por una era de plantas y árboles, una canción en el viento sopló un aire de vida distinto. En los mares nacían las Imajas, las primeras cosas con vida, pequeñas y frágiles, buscando el sol para conseguir energía y alimentándose de sus hijos para dar a luz a más y más fuertes. Una vez que la pequeñez y fragilidad no eran suficientes para su vida, cambiaron a algo más grande y vivo, nacieron los primeros peces y serpientes.
Pasaron los ciclos, el sol se acercaba y se alejaba, los árboles crecían y sus hijos aun más, y las primeras serpientes conocieron la sensación de las piedras en el vientre y, deseando escapar de los feroces peses que se comían todo lo que no era como ellos, poco a poco sus branquias se transformaron en patas, primero dos adelante y luego otras dos en la parte de atrás. Y las serpientes escaparon del mar para conocer el mundo.
Las serpientes llegaron a los árboles, se escondieron del sol debajo de las piedras, comieron frutas caídas de los árboles y entonces comenzó la segunda era.
En la segunda era las serpientes tuvieron hijos, muchos y muy distintos, unos que trepaban árboles, otros que comían Imajas de la tierra, otros que dormían de día y vivían de noche, otros hijos que se alimentaban de hermanos más pequeños y débiles. Así nacieron al principio muchas de las especies
Pasaron los ciclos, el sol se acercaba y se alejaba, los árboles crecían y sus hijos aun más, y las primeras serpientes conocieron la sensación de las piedras en el vientre y, deseando escapar de los feroces peses que se comían todo lo que no era como ellos, poco a poco sus branquias se transformaron en patas, primero dos adelante y luego otras dos en la parte de atrás. Y las serpientes escaparon del mar para conocer el mundo.
Las serpientes llegaron a los árboles, se escondieron del sol debajo de las piedras, comieron frutas caídas de los árboles y entonces comenzó la segunda era.
En la segunda era las serpientes tuvieron hijos, muchos y muy distintos, unos que trepaban árboles, otros que comían Imajas de la tierra, otros que dormían de día y vivían de noche, otros hijos que se alimentaban de hermanos más pequeños y débiles. Así nacieron al principio muchas de las especies